1.Que relación existe entre el oyente y el espectador
No toda persona que asista a un concierto, aún siendo generalmente sensible, podríamos afirmar con certeza que puede considerarse como un oyente. No todos los espectadores que hacen parte de un concierto logran al fin de cuentas, compenetrarse con lo que el músico intenta expresar en su escena.
El emisor, que en este caso es el músico, intenta a través de su discurso musical establecer contacto con su receptor, quien siendo lego o un músico bien dotado, estará siempre en un reto continuo de abstraer meticulosamente la emisión de todo ese sentido artístico a través de la música. Y aún hablándose de un músico que haya adquirido el conocimiento y la sensibilidad musical a través de procesos académicos o bien por otro tipo de procesos, esto no indicará con certeza su afirmativa audición. Sin embargo podríamos decir que en un porcentaje mucho mayor este tipo de personajes tendrá más facilidades de un acercamiento satisfactorio que una persona lego.
Que diferencias propone A. Copland entre el oyente lego y el oyente que es músico?
El músico posee una doble conciencia: por un lado el misterio inescrutable que imprime significado a ciertos sonidos comunes, por el otro lado, el del trabajo humano que envuelve toda la creación. Es una conciencia que ningún lego puede eseperar compartir, pues hay una conciencia del músico que escapa al aficionado musical.
Según A. Copland, el oyente ideal tendría que combinar la preparación del profesional adiestrado con la inocencia del aficionado intuitivo. No obstante señala Copland, que el mero profesionalismo no constituye una garantía de ser un oyente inteligente, pero el aficionado sensible, por el simple hecho de que carece de los prejuicios y los preconceptos del músico profesional, es a veces una guía más segura de la auténtica calidad de una obra musical.
Según la propuesta de A. Copland cual es la relación entre música y mito?
El mito en la música es generado a través de la imaginación, la cual es la que tiene el poder de equilibrar las impresiones combinadas que producen los temas, los ritmos, los colores tonales, las armonías, las contexturas, las dinámicas, los desarrollos temáticos, los contrastes.
Un espíritu imaginativo es esencial para la creación del arte a través de cualquier medio, pero es aún más esencial en la música, precisamente porque ella proporciona la perspectiva más amplia posible para la imaginación.
Basicamente podríamos deducir que la imaginación como elemento determinante en la percepción artística de una obra, es construida por la necesidad interpretaviva y cualidad sensitiva que posee el ser humano, y que es construida como mito a través del tiempo, puesto que la música es la más libre, las abstracta, la menos restringida de todas las artes, ya que ni el contenido del argumento, ni la representación pictórica, ni la regularidad métrica, ni la estricta limitación de la estructura restringen el funcionamiento intuitivo de la mente imaginativa.
Es decir, el mito es construido a través de la capacidad que el ser humano tiene de imaginar y reinventar el arte.
Para quien hace música un músico, especifique la clase de especatdor que espera de su ejerecicio profesional?
El agotable trabajo por el que tiene que pasar un músico antes de montarse al escenario e interpretar sus obras, es un camino largo y de mucho ardua labor. Desde el momento en que se confornta con los retos técnicos en sus largas horas de ensayo, hasta la preparación y consolidación de un concierto. Como él mismo a conocido cuál ha sido el precio por llevar a cabo dicha acción, conoce perfectamente el merecimiento de su trabajo, y que gracias a el ha podido llegar al entendimiento posiblemente cercano de su compositor. Ahora bien, cuando eso sucede, el deseo por llevar a la escena su interpretación, su visión de la obra, su percepción del arte a través de instrumento, desea de una forma conciente o en algunos otros casos inconcientes, que el espectador pueda estar a la altura de su entendimiento.
El entretenimiento por el simple goce de la música en su aspecto más general, no es suficiente para algunos músicos. Sino la compenetración que su espectador pueda hacer de su interpretación. Es la necesidad de ser escuchado, y la única forma de ser entendido es a través de la interpretación más personal de la creación de otra persona.
Por estos motivos el músico que ha pasado toda su vida estudiando, espera poder tener en sus presentaciones el entendimiento mutuo de su oyente, porque de que sirve hablar bonito si nadie al fin puede entenderte.
El desarrollo de estas propuestas debe quedar publicado en el Blog de cada estudiante y se realizan teniendo como referencia del texto de A. Coplan en el capítulo I "El oyente bien dotado"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Aún no se registran las respuestas. En el blog del curso estan las preguntas del texto para el dia lunes 3 de septiembre. Ojo es la segunda Falta
Muy bien me parece un buen acercamiento a este texto, los temas se podràn ampliar en la discusión que se proponga para el segundo parcial.
Publicar un comentario